jueves, 21 de abril de 2011

“Fútbol es Fútbol”, que dijo Boskov.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, comentaré algo sobre la Final de Copa de ayer, y sobre todo, de la resaca que nos dejará hoy y los siguientes días.

Soy futbolero, un mal común en estos tiempos, pero intento ser lo más comedido posible. Un gentleman, aunque acostumbrado a ganar.

Todas las mañanas suelo echar un vistazo a los periódicos deportivos.
Marca, Sport, As, Mundo Deportivo, son los más habituales, y a menudo suelo reír con las idioteces de los que allí escriben. Por esto decía lo del mal común, porque tiene cojones que el medio más leído de este país sea Marca, muy por encima de los generalistas El Mundo y El País.
Claro que, sabiendo que el setenta por ciento de los españoles son aficionados merengues, es lógico que dicho periódico alcance una tirada de más de tres millones de ejemplares.
Además, en dichos rotativos escriben tipos de baja calaña como Carazo, Roncero, Guash o un tal Inda, el peor de todos. Menos mal que siempre nos quedará Vicente Ortega.

Por si quedaba alguna duda, también soy culé (de ahí mi nick), y según se tome uno las cosas, también puede llegar a ser una dura patología. Aunque no más dura enfermedad que la de ser merengue, un virus letal incurable.
Ser aficionado de cualquiera de los dos grandes lleva consigo una serie de síntomas que a menudo suelen llevarte a la tontuna más absoluta, a ser un ciego ante la evidencia. Hace tiempo que no me pasa, pero reconozco que lo he sufrido.
Sólo es comparable a acudir a un mitin, apoyarías al político de turno aunque se tirase un pedo para las masas allí presentes.

Los culés los pasaremos mal hoy, pero no por haber perdido, sino porque estamos tan acostumbrados a ganar al máximo rival que nos ha pillado desprevenidos. Además, ganamos en todo: Fútbol, Baloncesto, Balonmano y Fútbol Sala.

Ahora los periódicos madridistas dirán las gilipolleces de turno, pero a nosotros nos pone más ganarles cinco a cero en el Camp Nou, llevarnos la Liga, y posiblemente la Champions. Ya veremos.
Quien ríe el último ríe mejor, y nosotros llevamos casi una década riendo mejor.
Al fin y al cabo, se conforman con gastarse 300 millones de euros para ganar un torneo menor como la Copa del Rey.

Esta mañana no voy a leer los rotativos deportivos. Algunos dirán que por la rabia propia de haber perdido la Final de ayer, pero yo me remito a lo que decía anteriormente, es decir, si los informadores deportivos dicen tonterías, hoy los cronistas madridistas elevarán dichas tonterías a la enésima potencia.
Como decía en el párrafo anterior, los periodistas culés llevan diciendo esas idioteces casi la última década, y como mi enfermedad es curable, prefiero seguir siendo un idiota culé a un idiota merengue.

¿Veis?, ya tengo algunas décimas de fiebre, menos mal que “Fútbol es Fútbol”, como dijo Vujadin Boskov.

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