jueves, 6 de enero de 2011

Travis. El tapado del Britpop.

Esta tarde he decidido volver a escuchar uno de esos discos que tenía olvidados, uno de esos trabajos discográficos que aún no se porqué salió de mi coche, el lugar donde por motivos laborales más música escucho a lo largo del día.

Se trataba de “The Man Who”, aquel excelente larga duración de los escoceses Travis. Reitero lo de excelente, a pesar de la redundancia, porque esta es una frase que se suele utilizar a menudo para describir grandes álbumes, pero que por desgracia también se usa años después para dar por enterrada a la misma banda. Esto es, mas o menos, lo que ha pasado con estos chicos naturales de Glasgow, que un buen día publicaron dicho trabajo, que después lo redondearon con “The Invisible Band”, pero que no supieron estar a la altura con sus siguientes discos.

El caso de Travis es singular, porque “The Man Who” no era ni siquiera su debut, ya que dos años antes habían publicado, con más pena que gloria, su debut discográfico bajo el nombre de “Good Feeling”, pero su verdadero estallido llegó con aquel trabajo de blanca portada que contenía singles como “Turn”, "Writing to Reach You", "Driftwood" o "Why Does It Always Rain On Me?", llegando esta última a lo más alto de las listas de sencillos británicos. La banda, liderada por Fran Healey en acompañía de Andrew Dunlop, Dougie Payne y Neil Primrose, se encuadraba dentro del pop alternativo británico pero, a diferencia de otras formaciones inglesas, tenía un sonido mucho más folk y melodramático agudizado con la suave voz de Healy y los coros de Payne. “The Man Who” ya contó con la producción del reputado Nigel Goldrich, que había sido el principal responsable de los mejores trabajos de Radiohead y R.E.M., entre otros.
Aparte de los mencionados sencillos, “The Man Who” también contaba con otros grandes temas como “The Last Laugh Of The Laughter”, “The Fear” o “As You Are”, que aunque quedaban en un segundo plano, podrían haber tenido un gran protagonismo en cualquier otro disco de la formación escocesa o en otra banda contemporánea.

Si bien es verdad que “Good Feeling” no tuvo una especial repercusión en Inglaterra, si que sirvió para abrir puertas y que otros artistas como el propio Noel Gallagher les invitara a realizar una gira con Oasis para aperturar los conciertos de la banda de Manchester.

Tras el éxito de “The Man Who”, y casi por inercia, llegó otro gran trabajo que titularon “The Invisible Band”, igualmente producido por Goldrich y que también fue bien aclamado por la crítica hasta el punto de conseguir el brit award al mejor trabajo discográfico del año. “The Invisible Band” contenía singles como “Side”, “Sing” o “Flowers In The Window”, que alcanzaron cotas altas no solo en las listas de éxitos británicas sino también en otros países como España o Italia. Dicho álbum también contaba con otros grandes temas como “Pipe Dreams” o “Indefinitely”, y fue grabado Estados Unidos a finales del año 2000. Sin embargo, el sonido de este trabajo ya empezaba lentamente a distanciarse de su predecesor, algo que se incrementaría en “12 Memories”, su siguiente álbum con fecha de publicación en 2004.

Lo que ha venido después, publicación de un grandes éxitos aparte, ha sido la grabación del álbum “The Boy With No Name”, que incluía algún tema relevante como el primer single “Closer”, así como “My Eyes” o “New Amsterdam”. Aunque también fue producido por Nigel Goldrich, la relevancia de este trabajo queda muy distante de la obtenida entre los años 1997 y 2005. En cuanto a “Ode To J. Smith”, publicado en 2009 poco puedo decir, ya que lo poco que he escuchado éste disco me remite más a su inmediato predecesor que a sus anteriores trabajos.

Al igual que bandas, Travis también tuvo su momento de gloria y, aunque su nuevo material previsto para 2011 no sabemos como será, pocas formaciones pueden presumir de haber compuesto “The Man Who” y “The Invisible Band”, dos de los mejores trabajos de los últimos veinte años.



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