domingo, 17 de octubre de 2010

Britpop. Erase un homenaje.

En muchas ocasiones solemos recurrir al tópico aquel que dice: “todo tiempo pasado fue mejor”, y esto es empleado en diferentes ámbitos de la vida. Por ejemplo, hay muchos que dicen que Mats Wilander o André Agassi eran mejores que Federer, o que Messi está muy por debajo de Di Estefano, Pelé o Maradona. Esto responde a que echamos de menos tiempos pasados, o que dichos tiempos están sobrevalorados.

Exactamente igual pasó a principios de los noventa con el denominado Britpop, aquella etiqueta, más o menos apropiada, que los medios especializados acuñaron para agrupar a una serie de bandas de pop rock surgidas en las Islas británicas por aquella fecha. Esta nueva oleada de grupos con una denominación común, era la continuación de la new wave inglesa de finales de los setenta, un fenómeno musical que tuvo en David Bowie, T.Rex, The Kinks y The Jam inicialmente, así como en The Smiths o The Pretenders más tarde, sus principales exponentes.

Si que es verdad que los grupos surgidos del britpop bebían de estos predecesores, pero no es menos cierto que también tenían otras influencias muy reconocibles. Con todo esto, no es mi intención quitar mérito a la primera new wave, pero sería injusto no dar la notable importancia que merecen grupos como The Stone Roses, Suede, Oasis, Blur, Shed Seven, Pulp etc.

Si empezamos por orden cronológico, esta segunda oleada estaría encabezada por los mancunianos The Stone Roses, que a su vez seguían los pasos de otros contemporáneos como Inspiral Carpets o Happy Mondays. Ian Brown, John Squire, Mani y Reni, sus cuatro miembros, sólo publicaron dos álbumes de estudio, pero su homónimo debut pasará por ser uno de los cinco mejores trabajos discográficos de la historia. Unos años después, Suede, Radiohead, Blur y Oasis recojieron el testigo, y parte de su extraordinario legado ya responde a los nombres de “Dog Man Star”, “OK Computer”, “Definitely Maybe” y “Parklife”. El caso de Pulp fue diferente, ya que los de Sheffield se formaron como banda a mediados de los ochenta, pero su tridente mágico, “His & Hers”, “Different Class” y “This is Hardcore”, vieron la luz entre los años 1993 y 1997. A estas alturas, posiblemente ya se había superado a la primera new wave, pero por si quedaba alguna duda surgieron Elastica, Ride, Supergrass, Shed Seven o Mansun, formaciones de menor relevancia para el gran público, pero que firmaron grandes trabajos como “Carnival of Light”, “Change Giver” o “Attack Of The Grey Lantern”. Sin embargo, como a los amantes del britpop nos podía la avaricia, fuimos más allá y encumbramos merecidamente a otras como The Charlatans, Manic Street Preachers, The Verve, Cast, Ocean Colour Scene o Kula Shaker, ya que himnos como “The Only One I Know”, “Motorcicle Emptiness”, “Bittersweet Simphony” o “The Riverboat Song”, así lo merecían.

Creo que con estas dieciséis líneas del párrafo anterior, ya he dado motivos suficientes para demostrar que, a veces, segundas partes si que fueros buenas. No obstante, si alguno de los lectores no ha tenido suficiente puedo seguir citando a otros como The Bluetones, Menswear, Gene, The Boo Radleys, Marion, Geneva, These Animal Men, The Divine Comedy……

¿Necesitan más argumentos?. Que vuelva el britpop.




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